Se celebra el juicio contra el hombre que mató a su suegra en Arganda y apuñaló a su pareja en la espalda. Piden 33 años de cárcel para él
El acusado se encontraba disfrutando de un permiso carcelario cuando ocurrieron los hechos, el 30 de agosto de 2014. Su novia quería romper con él porque le tenía miedo. Intentó matarla pero su suegra se interpuso para evitar que le hiciera daño a su hija y la madre acabó asesinada.
La expareja de Ioan P., de nacionalidad rumana, ha declarado este miércoles por videoconferencia durante el juicio: ¨Me esperaba una paliza y no lo que pasó¨, ha dicho. ¨Estaba durmiendo y me despertó un fuerte empujón en la puerta. Me dijo que si me había acostado con alguien y me apuñaló en la espalda. Ya no recuerdo más. Luego me desperté en un charco de sangre y salía corriendo¨.
La víctima ha explicado que en aquella época había cambiado de domicilio porque le tenía miedo. ¨Se ponía muy agresivo y posesivo, incluso violento¨, ha manifestado.
El acusado ha declarado que nunca tuvo intención de hacerles daño, sin querer explicar qué le llevó a cometer los hechos. ¨Si hubiera querido matar a mi suegra no hubiera ido a por tabaco para ella¨, ha señalado.
En el momento de su detención, el procesado confesó los hechos y manifestó: ¨Las he matado porque anoche estuvo follando con otro, es mi novia de siete años y una mujer rumana no folla con otro hombre¨. Sin embargo el acusado ha negado durante el juicio haber dicho tal frase.
Durante su declaración, el hombre se ha quejado varias veces de lo mal que traducía la interprete de rumano que le estaba ayudando, siendo reprendido por el tribunal. Incluso en un momento le ha dicho a su abogado que no quería contestarle al no gustarle las preguntas que le estaba formulando.
La hermana y el cuñado de Ioan intentaron reducirle, pero se revolvió contra ellos y le dijo al cuñado: ¨vete o te corto a ti también¨. Ante las amenazas, la pareja abandonó el piso. Acto seguido acudió la madre en auxilio de la hija, y el procesado, a sabiendas de que estaba sola con ella y que la hija se encontraba gravemente herida, le propinó al menos cuatro puñaladas, dos de ellas mortales.
Pese a las graves heridas, la hija logró coger el cuchillo que se le había caído a Ioan durante la agresión y salir a la calle a pedir auxilio.
El procesado se enfrenta a una pena de 33 años de cárcel por un delito de asesinato y otro en grado de tentativa por los hechos ocurridos el 30 de agosto de 2014.