Se trata de una mujer de 89 años y de un trabajador de la limpieza viaria de 58 años
Una mujer de 89 años ha muerto este martes tras sufrir un golpe de calor a primera hora de la tarde en una calle del madrileño distrito de Carabanchel. La anciana, que llevaba dos horas en la calle haciendo recados, se desvaneció sobre las 14:30 horas en la calle Carrero Juan Ramón, en el barrio de Abrantes.
Al llegar los sanitarios del SAMUR, encontraron a la mujer al principio mareada y luego en parada cardiaca. Los facultativos le aplicaron frío y le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar. Fue trasladada al Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde poco tiempo después falleció.
Además, un trabajador del servicio de limpieza viaria de Madrid de 58 años de edad se encuentra en estado grave al haber sufrido un golpe de calor cuando trabajaba este martes en una calle del distrito de Arganzuela.
Una llamada a los servicios de emergencias alertó sobre las 17:15 horas de la presencia del trabajador en la calle Algete de la capital. Los sanitarios del SAMUR, desplazados al lugar, comprobaron que el empleado había sincopado. Su cuerpo presentaba una temperatura de 41 grados.
Tras aplicarle en el lugar medidas de frío, el trabajador fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital 12 de Octubre, donde quedó ingresado con pronóstico grave. Se trata del segundo trabajador de la limpieza afectado por un golpe de calor esta semana en Madrid.
Otro trabajador resultó herido grave este fin de semana y después falleció en el hospital tras sufrir un golpe de calor cuando realizaba labores de limpieza en la Avenida de San Diego, en el distrito de Puente de Vallecas.
Además, otra mujer de 55 años falleció el lunes a consecuencia de un golpe de calor en su domicilio de Madrid, situado en la calle Huésped del Sevillano, próxima a la Ciudad de los Ángeles. La mujer se encontraba en parada cardiorrespiratoria después de haberse desvanecido en su vivienda.
Ante la repetición de este tipo de casos en los últimos días en Madrid, desde el SAMUR han recomendado estar muy pendientes de las personas vulnerables y mayores, con el fin de que se expongan lo menos posibles a las altas temperaturas y se hidraten convenientemente.