Los delincuentes se deshicieron de la droga arrojándola a un bidón con sosa cáustica, lo que provocó la intoxicación de un menor
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado un punto de venta y consumo de droga en la Cañada Real Galiana de Madrid, en una casa prefabricada que funcionaba como lugar de venta y consumo durante el día y la noche, los 365 días del año.
Contaba con numerosas medidas de seguridad para evitar cualquier acción policial en caso de que existiese. También tenían varias puertas acorazadas y otras falsas tapiadas para poder tener tiempo de deshacerse de todo aquello que les relacionase con el tráfico de drogas, y realizaban la venta a través de una pequeña ventana reforzada con rejas.
Esta organización tenía una estructura piramidal con una clara distribución de tareas. En el exterior de la parcela se encontraban los aguadores encargados de alertar sobre la presencia policial, y en la puerta de la finca se encontraba el responsable de seguridad que decidía si permitía la entrada o no a los consumidores o compradores.
Ya en el interior era la dueña del negocio quien se ocupaba de la venta de la droga, facilitando el acceso al fumadero, lugar donde los clientes podían consumir la sustancia.
Una vez detectaron la presencia policial, los miembros de esta organización llenaron un bidón con sosa cáustica donde arrojaron rápidamente toda la droga y otros efectos para no dejar rastro de su actividad ilícita. Esto provocó que los agentes tuvieran que salvar a un menor de edad cuya vida corrió peligro a causa de la reacción química provocada, han informado este lunes desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
El registro dio como resultado la incautación de restos de sustancias estupefacientes (cocaína y heroína), dinero, dos básculas de precisión y armas de fuego largas y cortas con diversa munición. Inmediatamente, los agentes detuvieron a seis personas, dos de ellas menores, por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas.