Dos en Alcalá y uno en Torres de la Alameda, San Fernando, Coslada y Ajalvir
El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia registró en la Comunidad de Madrid en 2016 un total de 316 víctimas y 240 incidentes homófobos, entre los que destacan 59 agresiones físicas (6 muy graves), 77 verbales, 20 situaciones de acoso, una agresión sexual, 31 episodios de amenazas y 4 expulsiones de locales.
De las víctimas, 224 fueron gais (el 71%), 42 lesbianas (13%), 6 hombres transexuales, 34 mujeres transexuales, 6 personas bisexuales y dos personas heterosexuales que fueron agredidas pensando que eran homosexuales. El 93 por ciento de los agresores fueron hombres y el 64 por ciento menores de 30 años.
La franja de edad de las víctimas es la que va de 25 a 29 años (39%), de 20 a 24 (28%), de 30 a 39 años (12%), menores de 20 años (9%), de 50 a 59 años (5,8%), de 40 a 49 años (5,4%) y un caso mayor de 60 años, según los datos del informe que ha sido presentado este jueves por Rubén López, Yago Blando y Amanda Rodríguez.
La mayor parte de los incidentes motivados por LGTBfobia sucedieron en Madrid (185), seguido a gran distancia de Fuenlabrada y Parla (3 incidentes cada uno), Leganes, Alcalá y Getafe (2), Galapagar, Villanueva de la Cañada, San Sebastián de los Reyes, Torres de la Alameda, Villaviciosa de Odón, San Fernando, Humanes, Coslada, Ajalvir, Las Rozas, Pozuelo, Torrelodones y Ciempozuelos, con un incidente cada uno.
Dentro de la capital, los distritos de Centro y Moncloa conentran la mayoría de las agresiones porque son los que más visibilidad tienen las personas LGTBI, especialmente en la zona universitaria y en el barrio de Chueca. Por ello, la mayor parte de los altercados se produjeron cerca de los pubs o discotecas de ambiente. También por eso la mayoría de las agresiones se produjeron por la noche (80), seguida de la tarde (55) y de la mañana (30).
En cuanto a zonas, la mayoría de las agresiones se produjeron en la vía pública (96), 17 en el Metro de Madrid, 6 en autobuses de la EMT, 5 cerca de locales LGTB, cinco en parques, 4 en Renfe Cercanías, 1 en BiciMad y 1 en una zona de cruising. Dentro de casa se anotaron 18 , 12 dentro discotecas (dos de ellas de ambiente), 9 en bares y cafeterías, 12 en lugares de trabajo, 10 en espacios educativos, entre otros casos. En cuanto a discursos de odio, el Observatorio detectó 31 impactos en redes sociales
La importancia de denunciar
De los 240 incidentes registrados, sólo el 25 por ciento de los casos, 59, acabaron en denuncia. Son el triple de las anotadas por el Ministerio del Interior en 2015 (19). De las de 2016, la mayoría se interpusieron por agresiones físicas graves o muy graves (26), 12 por difundir discursos de odio, 7 por acoso y 5 tras sufrir amenazas. Las personas transexuales son las que más denuncian, seguida de los gais y lesbianas.
El Observatorio ha destacado el aumento de denuncias, aunque todavía sigue siendo un porcentaje menor (el 25%) de los registrados. Por tanto, uno de los objetivos iniciales de esta entidad es acabar con la infradenuncia de los delitos de odio y discriminación motivados por LGTBfobia.
Desde el Observatorio creen que la percepción de que hay más agresiones al colectivo LGTB es real y no es fruto de que haya más denuncias que antes. «Nos sigue costando muchísimo convencer a las víctimas de que es muy necesario presentar una denuncia», han señalado.
Los responsables del informe creen que se ha notado un aumento de denuncias en los 4 últimos meses del año pasado en Madrid por la aprobación de la ley LGTB de la Comunidad de Madrid que permite la sanción administrativa de algunos comportamientos (como los insultos), y por la puesta en marcha Unidad de Gestión de Diversidad de la Policía Municipal de Madrid, que facilita e incentiva la denuncia porque la víctima sabe que si acude a sus instalaciones va a encontrarse con un personal específico y formado en materia LGTB.
No obstante, creen que la interlocución con la Guardia Civil es mejorable y los impulsores del informe aluden a un caso de una persona que no le dejaron entrar a unas dependencias por ir con una bandera arcoiris.
Consideran que la interlocución con el 112 también es mejorable y aluden a un caso este domingo donde a un joven le trataron de pegar en la estación de Las Margaritas (Getafe) y que simplemente se derivó a la Policía. En estos casos, abogan por mayor formación
La expansión del odio en Internet
«La expansión del discurso de odio y de los ataques motivados por LGTBfobia en Internet son un elemento de creciente preocupación, alcanzando niveles de ataques coordinados, acoso, hostigamiento, amenazas de muerte y señalamiento público a diversas personas y organizaciones LGTB y activistas de derechos humanos. La actuación judicial ante estos delitos a través de la red aún deja mucho que desear, siendo necesaria una mayor concienciación de que el discurso de odio precede al delito», indican.
Los responsables aseguran que continúa existiendo un grave problema de infradenuncia de este tipo de infracciones, ya que sólo uno de cada cuatro casos recogidos por el Observatorio ha acabado siendo conocido por la Policía y/o la Fiscalía. Sin embargo, la tasa de denuncia ha aumentado sustancialmente en el segundo semestre de 2016, indicando que la percepción y confianza de las víctimas en el instrumento de la denuncia está aumentando.
El perfil mayoritario de los agresores siguen siendo el de hombres probablemente heterosexuales, y la mayoría de las víctimas también son hombres, en ambos casos menores de 30 años
El Observatorio ha recogido también varios casos de acoso vecinal a parejas del mismo sexo, un fenómeno que está en aumento. En alguna ocasión el Observatorio ha redactado una carta que ha buzoneado a los vecinos de una finca explicando que una pareja de dos chicos tiene derecho a pasar por las zonas comunes agarrados de la mano y que la comunidad de vecinos «no puede restringirles su comportamiento puesto que ataca directamente a su dignidad».