Tanto el Ejército del Aire como el Ministerio de Defensa aseguran que la seguridad es prioritaria
El Ejército del Aire y el Ministerio de Defensa han desmentido «tajantemente» que el teniente Fernando Pérez Serrano, fallecido el pasado 17 de octubre en el accidente de un F-18 en Torrejón de Ardoz, fuera presionado por sus superiores para que pilotara el avión, tal y como han publicado este jueves en exclusiva el diario Público y Las Mañanas de Cuatro.
Afirman, que, ante la gravedad de las acusaciones, se reservan el ejercicio de acciones legales «contra todos aquellos que difamen acerca de este accidente y sus causas».
Recuerdan, además, que actualmente hay en marcha un procedimiento judicial, y una investigación de la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares, dependiente del Ejército del Aire, para determinar las causas del siniestro.
El Ejército del Aire y Defensa sostienen que «la seguridad de vuelo a la hora de iniciar cualquier ejercicio aéreo es prioritaria, y así está recogida en la normativa que rige los vuelos militares».
La cadena de televisión Cuatro y el diario digital Público han informado de que el piloto Fernando Pérez Serrano se había negado a volar anteriormente en un avión averiado y que había sido arrestado por ello, y un supuesto testigo ha desvelado que el 17 de octubre el teniente accedió a volar bajo presión para evitar otro posible o amonestación que podría perjudicar su carrera.
El asunto ha llegado de inmediato al terreno político. Unidos Podemos ha registrado en el Congreso la petición de comparecencia urgente de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, para que aclare las circunstancias del accidente.
Cospedal, por su parte, ha insistido en una rueda de prensa que las informaciones publicadas son «absolutamente falsas».