También han sido sacrificados los otros cuatro perros de la familia
El Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid (CIAAM) ha sacrificado a los perros que mataron a dos mujeres enColmenar de Oreja y a los otros 4 canes que vivían en el chalé de la familia, según publica ABC y confirman fuentes del Gobierno regional.
Los análisis preliminares han concluido que los dos perros que atacaron a las dos mujeres, eran un cruce de la raza dogo de Burdeos con american staffodshire terrier, de la que proceden los otros cuatro. La primera raza no está en la lista de animales potencialmente peligrosos en la Comunidad de Madrid (aunque sí en otras regiones de España y otros países) mientras que los american staffodshire sí aparecen.
El sacrificio se produce después del informe realizado por los veterinarios del centro, que ha determinado su elevada agresividad la dificultad de su manejo, la falta de documentación y la carencia de vacunas contra la rabia, lo que podría poner en peligro la seguridad de los empleados y del resto de los animales que alberga el CIAAM.
Por todo ello y de acuerdo con la Ley de Protección de Animales de Compañía, el Gobierno regional ha dictaminado su sacrificio «por el grave e inminente riesgo para la seguridad de las personas y otras animales que demostraba su agresividad manifiesta, así como por razones de bienestar animal».
Los perros llevaban en cuarentena desde que fueron retirados del chalé y estaban siendo examinados por los veterinarios y por agentes del Seprona de la Guardia Civil, que investiga lo sucedido para conocer qué pudo pasar para que las dos mujeres (madre e hija de 57 y 41 años) murieran a mordiscos.
Los agentes están recopilando información ante la falta de vacunas y licencias, que podrían acarrear graves acusaciones para el marido de una de las fallecidas, dueño del chalet donde vivían los animales.
Los maridos de las víctimas son hermanos y tienen antecedentes por riñas, lesiones y hurtos. Si los perros estaban sueltos y sin los papeles en regla, el dueño de la casa podría enfrentarse a dos delitos de homicidio por imprudencia y negligencia grave.