La Fiscalía pide 14 años de cárcel para su marido, acusado de golpear y asfixiar a la mujer cuyo cadáver arrojó en un pantano de Córdoba
El próximo lunes comienza en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio con jurado popular contra el hombre acusado de matar a su mujer y arrojar el cadáver a un pantano.
Los hechos ocurrieron el 12 de octubre de 2018. La familia del matrimonio, con cuatro hijos, todos ellos mayores de edad, iniciaron la búsqueda de María José Pallarés, de 67 años, desaparecida en Arganda del Rey, incluso se dijo que había sido vista una mujer de similares características por la zona de Covibar, en Rivas, aunque ya estaba muerta. Su cadáver fue hallado por la Guardia Civil en un pantano de Montoro (Córodoba) ocho días después. Posteriormente, su marido, de nacionalidad española y 70 años de edad, que fue quien denunció la desaparición, se entregó a la Guardia Civil y confesó los hechos.
La Fiscalía pide en sus conclusiones provisionales 14 años de prisión para el acusado como presunto autor de un delito de homicidio con la circunstancia atenuante de trastorno psíquico.
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, el acusado y su mujer entablaron una discusión en el transcurso de la cual el hombre le propinó un fuerte golpe con un martillo en la cabeza. La víctima comenzó a sangrar y perdió el conocimiento.
Después, según el fiscal, el acusado ató a su esposa a la altura de los tobillos con una cuerda de tender la ropa y le tapó la cabeza con una bolsa de basura sujetándola al cuello con cinta de embalar hasta asfixiarla.
La Fiscalía sostiene que a continuación introdujo el cuerpo de la mujer en el maletero de su vehículo y se dirigió a Montoro, su pueblo, donde la arrojó al pantano El Arenoso, en el paraje de la Loma del Barco, tras introducir una piedra de cinco kilos entre sus ropas. A su regreso a Arganda se deshizo del martillo utilizado en la agresión.
Ocho días más tarde, agentes de la Guardia Civil hallaron el cadáver de la mujer en el pantano con la piedra entre la ropa y un hombro.
El cuerpo de la víctima presentaba un gran hematoma en la parte occipital con herida abierta en la piel de unos tres o cuatro centímetros de longitud y pérdida abundante de cabello, así como erosiones y equimosis en diversas partes del cuerpo, aunque el fiscal aclara que la causa de la muerte fue la asfixia.