Los relojes deberán atrasarse una hora durante la madrugada de hoy sábado a mañana domingo, día 25. Una medida con la que se da cumplimiento a la directiva europea de cambio de hora.

El potencial de ahorro derivado de esta medida asciende a 300 millones de euros, alrededor del cinco por ciento del consumo eléctrico en iluminación, según la cifra que publica el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) desde hace al menos diez años.
De esta cuantía, 90 millones corresponden a los hogares españoles, lo que equivale a seis euros de ahorro por cada vivienda.
La medida de cambio de hora se aplica en España en cumplimiento de la directiva europea que rige el denominado «Cambio de Hora». Comenzó a extenderse en 1974 a raíz de la primera crisis del petróleo, motivo por el que algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación.
Es de obligado cumplimiento y establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la «Hora de Verano» (en el que, se adelantan la manillas una hora) y su finalización (como es el caso este fin de semana, cuando se retrasa el reloj una hora), produciéndose el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente.
Aunque la medida como tal ha sido considerada como «un gesto positivo», la organización ecologista Greenpeace ha calificado de «insuficiente» el ahorro energético generado por ella en España. Además, Greenpeace cree que la norma debería ser incluida entre los objetivos europeos en eficiencia energética para 2020, dentro de un plan «ambicioso» de ahorro energético.
Los expertos coinciden en que este cambio horario es menos problemático y afecta menos que el de verano, en el que la diferencia con la hora solar es mayor. En cualquier caso, los cambios de (una) hora han sido objeto de varias investigaciones, sin conclusiones determinantes ni sobre cómo afecta al organismo ni sobre el ahorro energético. EFE