La joven, que llevaba cuatro años viviendo como okupa en una casa propiedad de un banco, sufre un 66% de discapacidad
Una joven de 23 años con un 66% de discapacidad ha sido trasladada este lunes al Hospital de Guadalajara con una crisis de ansiedad tras ser desalojada de la vivienda okupada en la que llevaba viviendo desde hace cuatro años, y todo a pesar de que Naciones Unidas había pedido la suspensión del desahucio o que, alternativamente, se le otorgara una vivienda adecuada a sus necesidades.
Safira Sánchez ha sido trasladada en ambulancia y atendida en el Hospital General donde poco después ha recibido el alta, según han informado a MiraCorredor fuentes del caso.
El desalojo estaba previsto para las 9 de la mañana, pero finalmente se ha producido sobre las 10, cuando la Policía Nacional ha procedido a ejecutar la orden judicial, tras dos intentos anteriores en los últimos meses que fueron paralizados por la presión de organizaciones como la PAH y Amnistía Internacional.
La joven llevaba viviendo en la casa como okupa cuatro años, pero el banco propietario del inmueble (Kutxabank) había solicitado el desalojo. Ahora, tras producirse el mismo, Safira se ha quedado en la calle con la única ayuda de la pensión que percibe de 380 euros mensuales.
Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha han indicado que se pusieron en contracto con la afectada nada más conocer su caso para ofrecerle una solución habitacional. Entre algunas alternativas, según la Junta, se le ofreció una ayuda de emergencia social, alojamiento temporal o acogida en un centro de atención residencial para personas sin alojamiento, pero hasta el momento no ha aceptado ninguna de las opciones propuestas.
Finalmente se han llevado a Safira en la ambulancia tras el desahucio de la que ha sido su vivienda durante 4 años, desoyéndose las medidas adoptadas por el Comité DESC. #SafiraSeQueda pic.twitter.com/OqCXNeCCfS
— Amnistía Internacional España (@amnistiaespana) 22 de octubre de 2018