Los agentes también constataron numerosas infracciones administrativas en un local de taxidermia de la provincia
El pasado mes de septiembre, aprovechando la época de berrea, cuando los grandes machos están más expuestos, se habrían producido diferentes episodios de furtivismo en un coto cinegético de la localidad de Alustante. Concretamente, habrían aparecido 4 ciervos y 1 gamo abatidos ilegalmente por la noche, sin autorización del titular del coto y cuyas cabezas habían sido cercenadas como trofeos.
La Patrulla del SEPRONA de Orea comenzó entonces una serie de diferentes actuaciones que han llevado finalmente a la investigación de dos personas como supuestos autores de un delito de caza ilegal y otro de falsificación de precintos oficiales para la caza, además de la constatación de numerosas infracciones administrativas acaecidas en un local de taxidermia de la provincia.
Como parte fundamental de la investigación llevada a cabo por el SEPRONA, los agentes procedieron a la extracción de diferentes partes de las piezas abatidas para su posterior remisión al laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid, donde se llevó a cabo el cotejo de ADN, cuyos resultados positivos han servido para fundamentar la investigación.
Por otra parte, como resultado de las actuaciones, un establecimiento de taxidermia, donde se remitían cabezas de piezas abatidas, ha sido inspeccionado por los agentes, siendo denunciadas numerosas infracciones y poniendo de manifiesto las relaciones que existían entre el propietario de la taxidermia y los investigados, así como las malas prácticas que allí se llevaban a cabo en relación con la documentación de los trofeos.
El SEPRONA de Orea, igualmente, el pasado día 12 de enero, llevó a cabo una inspección en una actividad cinegética en la localidad de Zaorejas, donde se constataron graves deficiencias en relación con la legislación sanitaria que contempla el manejo, evisceramiento y tratamiento de las piezas de caza abatidas. Los agentes pudieron observar cómo los animales muertos eran eviscerados en el suelo, sin ningún tipo de protección ni lugar acondicionado, quedando sus despojos y tripas esparcidos por el propio suelo. Tales conductas serán puestas en conocimiento de la autoridad administrativa competente para su sanción.
La Guardia Civil recuerda que la provincia de Guadalajara presenta unas inmejorables condiciones para la práctica de la actividad cinegética; sin embargo, esta no siempre se lleva a cabo siguiendo las especificaciones reglamentarias. Las conductas de furtivismo están tipificadas en los artículos 334 y 335 del Código Penal y pueden llevar aparejadas penas de prisión de seis meses a dos años, retirada de la licencia de caza de dos a cinco años, revocación de los permisos de armas, el pago de los daños causados y el decomiso de los trofeos, además de las infracciones contempladas en la legislación de caza de Castilla-La Mancha que contempla sanciones de hasta 60.000 euros.