La Fiscalía y la familia de la víctima solicitan 15 años de prisión para el acusado, mientras que su defensa pide un máximo de cuatro
La Audiencia Provincial de Madrid está celebrando el juicio con jurado popular contra Kevin C., el joven de origen chino acusado de acabar con la vida de Víctor López, vecino de Rivas, de 20 años de edad, al colisionar con su vehículo cuando conducía por la M-50 en dirección contraria, de forma temeraria y triplicando la tasa de alcohol permitida, en la madrugada del 15 de septiembre de 2019.
El acusado ha declarado esta mañana que no recuerda haber bebido ni haber cogido el coche y ha manifestado que asume su «error». Kevin C. ha dicho en la sala que solo recuerda de aquella noche que circuló por la M-50 con su coche para ir a saludar a sus amigos a un karaoke, donde supone que bebió, pese a que en fase de instrucción reconoció que condujo hacia su casa yendo «mal», informa Efe.
Ha respondido a las preguntas de todas las partes y ha reiterado que no recuerda haber bebido en un karaoke junto a sus amigos, aunque lo supone por su presunto estado de inconsciencia. Tampoco recuerda haber cogido el coche sobre las seis y media de la madrugada para volver a su casa circulando por la M-50. Además, se ha desdicho de los detalles que contó ante el juez en fase de instrucción.
La fiscal le ha insistido en que, si no se acuerda ahora de nada, por qué en fase de instrucción dio muchos más detalles de aquella noche, como que cogió el coche sabiendo que «iba mal». «Estaba en shock. No sabía de lo que me acordaba y de lo que no por las noticias», ha indicado el joven, pero seguidamente la fiscal le ha recordado que manifestó detalles que no conocía la prensa.
Sí que ha señalado que tiene dos leves recuerdos. Uno de cuando salió del coche al llegar la Guardia Civil al lugar de los hechos y otro de cuando despertó en el hospital, donde llegó a estar ingresado en la unidad de cuidados intensivos. A preguntas de su abogado, y derrumbado, ha relatado que escribió una carta para sí mismo en la que mostraba su arrepentimiento. «Reconozco mi error y los daños que he causado», ha remarcado en la sala.
En la sesión de hoy, además de Kevin C., han declarado varios testigos que se cruzaron con el coche cuando circulaba en dirección contraria por la M-50. Todos han coincidido al afirmar que circulaba a gran velocidad y que no le vieron realizar ninguna maniobra evasiva pese a los avisos que le dieron, como una pareja que viajaba en un camión y le hicieron señales con las luces largas y el claxon, y otro conductor que sufrió un «bandazo».
Tanto la Fiscalía como la acusación particular ejercida por la familia de la víctima piden para el procesado 15 años de cárcel por los delitos de homicidio doloso, conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida y contra la seguridad vial. En su escrito de acusación, el Ministerio Público señala que el acusado era «conocedor» y asumió el riesgo de conducir en tales circunstancias, despreciando y poniendo en peligro su vida y la del resto de conductores.
Al inicio de la sesión, la abogada de la familia del fallecido ha subrayado que «Kevin no quería matar concretamente a Víctor, pero sí quería conducir como lo hizo». Por su parte, el letrado de la defensa, Jorge Muñoz, que pide un máximo de cuatro años de prisión para el acusado por un delito de homicidio imprudente, ha reprochado que se equipare a su cliente con la maldad de asesinos como el Rey del Cachopo o José Bretón.