El joven esa tarde faltó a su entrenamiento con el AD Juventud de Torrejón
La geolocalización del teléfono móvil de Patrick Gouveia, el joven brasileño sospechoso de descuartizar en un chalet de Pioz (Guadalajara) a su tío, Marcos Nogueira; a la mujer de éste, Janaína Santos; y degollar a sus dos hijos, David y María, sitúa al sobrino en la vivienda el 17 de agosto por la tarde-noche, cuando presuntamente se cometió el crimen.
Según informa el diario El Mundo, Gouveia, esa tarde, faltó a su entrenamiento con el AD Juventud de Torrejón. Los encargados del caso creen que el joven llegó al chalet de la familia, ubicado en el municipio de Pioz, alrededor de las cuatro o cinco de la tarde de ese 17 de agosto.
El sobrino de Marcos Nogueira habría matado primero a la mujer de su tío y a los menores, a los que sorprendió solos en casa, para esperar posteriormente un par de horas a que Marcos llegara de trabajar. Después de asesinarlo, Patrick Gouveia se habría pasado toda la noche descuartizando los cuerpos y limpiando el lugar del crimen, de acuerdo con las investigaciones.
A pesar de limpiar la casa de las víctimas, los investigadores también han recogido restos de sangre suyos y sus huellas dactilares en diversos lugares de la casa, además de en las bolsas donde introdujo los restos de sus familiares.
Aunque el crimen se cometió presuntamente el 17 de agosto, los cuerpos de la familia brasileña no fueron hallados hasta un mes más tarde, el 18 de septiembre, después de que el fuerte olor alertara a los vecinos.
El sospechoso volvió a Torrejón después de cometer el crimen hasta que, tras saltar a la luz la noticia de lo sucedido, decidió adelantar al 19 de septiembre el viaje que tenía previsto realizar a Brasil el 16 de noviembre.
Gouveia fue encontrado en casa de sus padres, en la ciudad brasileña de Joao Pessoa (capital del estado de Paraíba), donde fue interrogado por la Policía de Brasil y puesto en libertad.
El joven, que cumplirá 20 años el próximo mes de noviembre, cuenta con antecedentes penales por apuñalar violentamente a un profesor a los 16 años. Además, la familia de la madre siempre sospecho de él, ya que sufría una obsesión patológica por la mujer de su tío.
Asimismo, restos del ADN de Gouveia fueron encontrados en las bolsas en las que se escondieron los cadáveres y en la cinta adhesiva que utilizó para atar dichas bolsas. Además, nunca denunció la desaparición de sus familiares, los únicos que tenía en España.
Por el momento, el sospechoso no ha sido detenido, por lo que se sigue a la espera de que la Justicia brasileña lleve a cabo acciones legales contra él. Según la Constitución del país, está prohibida la extradición de sus nacionales, razón por la cual deberá ser juzgado en Brasil, aunque España no pierde la esperanza de que finalmente pueda ser extraditado.