El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en el sexo femenino
El Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, junto con el Hospital Universitario de Valme en Sevilla, son los dos únicos hospitales públicos que en España desarrollan la mamografía digital con realce de contraste para diagnosticar el cáncer de mama.
El hospital sevillano ha informado en nota de prensa de los beneficios de esta innovadora técnica y de los buenos resultados que se han obtenido después de su implantación. Los objetivos son detectar cánceres sin diagnosticar y con sospecha clínica; conocer la extensión real del cáncer en la mama cuando se sospecha o bien cuando las imágenes previas no son concluyentes y las dudas no se despejan mediante mamografía convencional y ecografía; detectar si existe un solo tumor o varios, ya que de ello depende la adaptación del tratamiento y también estudiar mamas densas, muy difíciles de diagnosticar porque los tumores no se palpan y pueden estar ocultos. En menor medida se utiliza además para diferenciar imágenes de cicatrices, en mujeres intervenidas quirúrgicamente, de posibles nuevas apariciones de la enfermedad o recaída tumoral.
Se basa en la combinación de los beneficios de la mamografía digital directa con el estudio de la formación de nuevos vasos sanguíneos en las lesiones tumorales de la mama (neoangiogénesis). Consiste en administrar contraste iodado por vía intravenosa con la finalidad de que éste permanezca en la zona donde ha aumentado la vascularización como producto del tumor. En cada compresión de la mama se obtienen dos imágenes: una de baja y otra de alta energía. La primera muestra una mamografía digital directa convencional. La segunda se une con la primera y muestra una imagen recombinada en la cual sólo son visibles las áreas de realce donde hay angiogénesis tumoral; es decir, resalta sólo el tumor.
El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en la mujer y la primera causa de muerte por cáncer en el sexo femenino. Actualmente, el índice de supervivencia es del 80 por ciento de los casos a los diez años de la detección de la enfermedad. En este porcentaje es imprescindible el diagnóstico precoz.
Otro de los grandes beneficios de esta técnica es la disminución de la ansiedad de las mujeres. El protocolo establecido disminuye los tiempos de espera diagnósticos al realizar la mamografía antes que la biopsia, frente a la práctica habitual extendida en otros centros de realizar la resonancia después de la biopsia para el estudio del alcance del tumor. En este segundo proceder puede suponer la repetición de nuevas biopsias al detectar tumores no encontrados en un principio.