El chalet ya ha sido entregado a su propietario tras concluir la investigación
El 2016 ya lo hemos dejado atrás y en el terreno de la crónica negra, será un año difícil de olvidar, con casos algunos truculentos y otros todavía por cerrar.
El cuádruple crimen de Pioz , sin duda, destaca por encima de todos.
Un joven brasileño de tan sólo 20 años, Patrick Nogueira, acababa con la vida de sus tíos y de los hijos pequeños de éstos, de cuatro y un año de edad, en la casa donde residían tras abandonar poco antes la ciudad de Torrejón de Ardoz.
Este pequeño pueblo de Guadalajara, lamentablemente, pasará a la historia como el lugar donde se cometió uno de los crímenes más atroces de los últimos años.
El asesino permanece en prision preventiva con un protocolo anti agresiones aplicado tras haber confesado el crimen ante la Guardia Civil, después de que viajara a España para entregarse a las autoridades españolas tras su huida a Brasil.
Lo único que no ha quedado claro del todo es el móvil, aunque los investigadores creen que pudo estar motivado por un móvil pasional, celos o algún desencuentro con su tío. Patrick quería hacer daño a su tío Marcos y lo consiguió, matándolo en el último momento tras enseñarle los cuerpos ensangrentados de su mujer y sus hijos, según su confesión.
Contó con un cómplice a distancia, su amigo Marvin, que fue detenido en Brasil y después puesto en libertad. Los dos amigos veinteañeros intercambiaron mensajes el día del crimen, en el momento de su ejecución, con fotos y vídeos de la escena y los cadáveres descuartizados en el suelo.
El chalet en el que ocurrieron los hechos y que la familia había alquilado en la urbanización La Arboleda del municipio, ha sido ya entregado a su propietario tras finalizar la investigación. El dueño de la casa hoy no tiene ninguna esperanza en volver a alquilarla, después de que sus paredes hayan visto aquella terrorífica matanza en una tranquila tarde-noche de un caluroso y sosegado agosto de 2016.