Se ha logrado acreditar su autoría en una treintena de hechos delictivos, si bien pudieran haber cometido más de un centenar de robos
Agentes pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en la denominada Operación Cerbero Shaguar, han desarticulado en Madrid un grupo criminal especializado en robos con fuerza, perpetrados en los últimos meses y cuyo principal objetivo eran superficies comerciales, donde se decantaban por tiendas de electrónica, informática, así como ópticas y farmacias. También se les atribuyen hechos en almacenes de bicicletas, establecimientos de hostelería e incluso en empresas de paquetería.
Entre los detenidos se encuentra el cabecilla de la banda, un alunicero con una larga trayectoria, así como su lugarteniente, «Miguelito» (hijastro del conocido alunicero «El Piojo» e hijo de «La Tata»), y otro conocido de las autoridades, «El Lolo» (antiguo lugarteniente del famoso alunicero «Goyito») y dos varones más. Todos son españoles y tienen entre 32 y 20 años de edad y entre todos suman más de una treintena de detenciones anteriores, por lo que tras pasar a disposición judicial, se ha decretado el ingreso en prisión de todos ellos.
Las detenciones se han llevado a cabo en el barrio de Oracistas de Madrid, donde también se han realizado registros, además de en Torrejón de Ardoz, donde los detenidos tenían una vivienda en la que solían alojarse esporádicamente y guardar efectos sustraídos, han informado a MiraCorredor fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. También ha habido registros en Leganés y en el Viso de San Juan, en Toledo. En estos registros se han recuperado efectos procedentes de los hechos investigados y material para la sustracción de vehículos y para la perpetración de los robos.
Tras tener seleccionado el lugar y siempre actuando de noche, se dirigían al establecimiento, al cual accedían tras forzar los cierres metálicos y fracturar las puertas o ventanas usando mazas. Una vez en el interior y en escasos minutos desvalijaban el local, llevándose todo en bolsas de grandes dimensiones.
Como es habitual en este tipo de grupos criminales, para sus desplazamientos utilizaban vehículos que previamente sustraían. Así, el incremento en el número de denuncias por robos de una determinada marca y modelo puso en alerta a los investigadores de la Guardia Civil. El estudio pormenorizado que han realizado los agentes encargados de la investigación ha permitido atribuirles cincuenta robos de vehículos perpetrados a lo largo y ancho de toda la Comunidad de Madrid.
Para la sustracción de los vehículos empleados, uno de los integrantes del grupo poseía la pericia y conocimientos necesarios para su apertura y arranque. Además, contaban con material para inhibir y desbloquear la apertura de los coches y con dispositivos para lograr el arranque. El grupo se había especializado en la sustracción de vehículos de una marca concreta y con motores de 4.2 CC y 300 CV de potencia, ya que este tipo de automóviles les permitían emprender rápidas y peligrosas huidas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los detenidos no tenían ningún reparo en enfrentarse a los agentes, no dudando en esgrimir mazas o herramientas de grandes dimensiones para lograr huir del lugar si eran sorprendidos. Asimismo, se ha podido conocer que, normalmente, en una misma noche realizaban entre tres y cuatro robos en comercios.
Se ha logrado acreditar su autoría en una treintena de hechos delictivos, si bien pudieran haber cometido más de un centenar de robos. Hasta el momento se les atribuyen robos en la Comunidad de Madrid (Boadilla del Monte, Majadahonda, Las Rozas, Morata de Tajuña, Tielmes, San Agustín del Guadalix, Fuenlabrada, Aranjuez o Madrid capital) y en la Comunidad Valenciana (Alfafar, Requena, Siete Aguas o Alfara del Patriarca).